Testimonios

A mitad del año 2016 entre Julio - Agosto, un día en la mañana amanecí con la mandíbula trabada a tal punto que sólo podía abrir la boca unos 5 cm aproximadamente. Era súper incómodo porque no podía comer o bostezar y por este motivo fui de urgencia al maxilofacial del hospital, donde me trataron unos 6 meses y aún no tenía solución.  De hecho tenía la mandíbula más apretada, luego de ver que no tenía avance con el tratamiento que me estaban realizando fui a la clínica del cirujano maxilofacial, quien me mandó a hacer una resonancia magnética y radiografías a la mandíbula, luego de esto las llevé para que las analizara y el diagnóstico que me dio fue operar. Era una operación carísima y duraba 40 minutos, pero en esa operación arriesgaba mi nervio facial del lado derecho de la cara, o sea iba a quedar sin movilidad en ese lado. Después de rechazar la operación mi mamá preocupadísima empezó a buscar en internet tratamientos para lo que tenía y después de ya casi 1 año con la mandíbula trabada encontró el centro Odontología Alto Santiago, donde el Doctor Leyton me trató, preocupadísimo porque no me estaba haciendo efecto el tratamiento y después de 1 mes 1/2 logré abrir la mandíbula de a poco. 

Ahora llevo 3 años en tratamiento y puedo abrir la boca sin problemas, bostezar sin problemas y comer sin problemas y mi mandíbula se ha portado 10/10. 

Luz Devia D

Actualmente tengo 78 años y hace alrededor de 10 años que comencé  con el Dr. Alvaro Leyton un tratamiento por mi problema de disfunción  temporomandibular. Este problema se remonta al tiempo de mi juventud y con el paso de los años  los problemas se fueron agravando  y además de los ruidos articulares, la mandíbula perdió estabilidad y comenzaron los dolores musculares de mandíbula, pero también de cuello y trapecio, hasta que se produjeron los primeros bloqueos mandibulares. No sabía que había odontólogos que se dedicaban a  tratar  mi problema. El Dr. Leyton me hizo exámenes exhaustivos, clínicos, radiológicos y de resonancia magnética. Se confirmó el diagnóstico  de un estado bastante avanzado de mi disfunción  temporomandibular dado el paso de los años sin ninguna terapia.

El tratamiento establecido por el Dr. Leyton ha sido y sigue  siendo  con planos de relajación  tanto de día como de noche junto a una terapia kinésica.  Al comienzo los controles fueron muy seguidos para ir ajustando los planos. Han pasado casi 10 años de tratamiento y  ahora soy una persona nueva. Los dolores  han desaparecido, la mandíbula   se ha estabilizado y los ruidos articulares han desaparecido.

Patricia Pizarro Höfer